A tono con la Reforma federal de la Policía de Puerto Rico, el país ya tiene en la calle a poco más de la mitad de los uniformados con un nuevo equipo que les permitirá realizar intervenciones con el uso mínimo de la fuerza.
La Política de Uso de Fuerza fue una de las primeras que desarrolló la Policía luego que en el 2013 el Gobierno de Puerto Rico llegara a un acuerdo con el federal para reformar la Uniformada ante reiteradas violaciones de derechos civiles. Ese acuerdo es supervisado por el asesor de cumplimiento técnico, Arnaldo Claudio.
Cada política adoptada requiere adiestramientos en el cuerpo policiaco y es primero discutida en la Oficina de la Reforma de la Policía con la asistencia de miembros de la sociedad civil como la comunidad dominicana, LGBTQ+ e impedidos, entre otros grupos, explicó ayer Claudio junto al superintendente de la Policía, José Caldero, durante una reunión con la Junta Editorial de El Nuevo Día.
Hoy, precisamente, sostendrán una reunión con el Grupo Comunitario de Trabajo de la Reforma, que recientemente denunció que no se les está dando acceso a los borradores de las nuevas políticas porque se negaron a firmar un acuerdo de confidencialidad.
La teniente Alba Iris Díaz, asistente de la coronela Clementina Vega, directora de la Oficina de la Reforma de la Policía, dijo que tal acción se tomó luego que dichos documentos –que no son finales– fueran publicados en las redes sociales.
Creemos que tenemos una solución a la situación, pero, obviamente, no me puedo adelantar a eso. Lo importante es que hay diálogo”, adelantó Claudio.
Todavía hay una inconformidad porque estamos a dos años de esto. Todavía no hemos fluido hacia donde tenemos que fluir. El diálogo tiene que seguir”, abundó.
Caldero, entretanto, descartó enmiendas a la Reforma para que un organismo externo la supervise, como lo solicitó la Unión Americana de Libertades Civiles de Puerto Rico (ACLU-PR). Además, dijo que la cantidad de querellas administrativas tras la Reforma “se ha quedado más o menos igual”, lo que atribuyó a la mayor información que tiene el ciudadano para quejarse. En el 2014 hubo 2,191 querellas y en el 2015 unas 1,987.
Así las cosas, hasta el momento, se han confeccionado 69 políticas públicas que son revisadas por Claudio y avaladas por el Departamento de Justicia federal y por el superintendente antes de ser aprobadas. Los entrevistados dijeron que, hasta ahora, no ha habido impasse entre las partes que requiera la intervención del juez federal Gustavo Gelpí. Tampoco ha sido necesario pedir prórrogas para la entrega de documentos.
Detallaron la complejidad de la reforma, que requiere de $20 millones anuales en fondos estatales y que, ya en el segundo año provisto para capacitación, ha provocado cambios en la Policía.
Por ejemplo, todos los policías son readiestrados y son asignados a una unidad tras una evaluación, hay más mujeres en puestos de liderato, en el currículo de la academia de la Uniformada se han incluido cursos sobre transgénero y comunidad extranjera, entre otros, se le requiere a todo interesado en ser policía un grado asociado y 800 horas con un mentor en la calle, se cambió el calibre de las balas de las armas de reglamento y las vaquetas que las cubren tienen dos seguros, precisó la teniente Díaz.
Tenemos a la activista transexual Ivana Fred dando adiestramientos, a personas de la Fondita de Jesús. William Ramírez (director de ACLU) ha dado dos adiestramientos en el Cuartel General”, sostuvo Claudio.
También se le ha provisto al policía con equipo que incluye gas pimienta, municiones adicionales, bastón expandible y un dispositivo de control eléctrico.Proveer a los policías con todo ese equipo representa un costo aproximado de $5,000 por oficial, destacó Caldero. Unos 8,144 de 14,480 policías del País ya cuentan con este equipo imperativo para cumplir con la nueva política de uso de fuerza.
Nosotros tenemos que ir desarrollando todas nuestras políticas y la política de uso de fuerza es una de las más importantes porque vamos a tener todo nuestro personal capacitado, adiestrado y educado de cómo tiene que ejercer sus funciones ante las intervenciones con la ciudadanía. Eso fue parte de los problemas que nos llevó a la Reforma, los problemas con la intervención”, dijo Caldero. Lo que queremos es ayudar a que el policía tenga una serie de equipo que pueda ayudar al ciudadano antes de usar su arma de fuego, pero tiene que estar certificado”, añadió.
Cada equipo provisto al policía conlleva un adiestramiento para su uso, recalcó la teniente Díaz.Hay cuatro niveles de fuerza que rigen la intervención de la Uniformada, de acuerdo con una política pública (601) producto de la Reforma, explicaron.
Establece cómo son los niveles de fuerza y cuándo estoy permitido a utilizarlo. De forma escalonada, a mayor resistencia (de un detenido), mayor fuerza. Una vez la resistencia se detiene, pues tengo que inmediatamente detener la fuerza. Quiere decir que tengo ahora menos armas letales para trabajar un conflicto o trabajar un conflicto de multitudes. El oficial tiene (ahora) más alternativas”, explicó Díaz.Por cada uso de fuerza, yo tengo que hacer un reporte, mi supervisor lo va a investigar”, agregó.
A tono con esto, la Unidad de Operaciones Tácticas, que por años se le ha conocido como la Fuerza de Choque, fue reorganizada.
Estamos en el proceso todavía de readiestramiento y capacitación con las nuevas políticas públicas basadas en salvaguardar la seguridad de los ciudadanos. Por primera vez va a haber una escuadra completa de féminas”, sostuvo Caldero.
Pero el mismo jefe policial reconoció que hay desconocimiento sobre los pormenores de la Reforma. Asimismo, reveló que no todos los policías han pasado las nuevas pautas y exámenes de la Uniformada.
Tienen que pasar por adiestramientos y todos pasan por una prueba sicológica. Hemos tenido policías que estamos en el proceso de destitución donde se ha recomendado por nuestros sicólogos que no pueden ejercer”, reveló.
Tanto de Operaciones Tácticas como de la Unidad Canina unos 64 policías no han pasado las pruebas.
El manejo del hostigamiento sexual interno también recibe otro tratamiento gracias a la Reforma. Caldero dijo que ahora todo policía víctima de hostigamiento sexual no debe querellarse a su subalterno sino que lo debe hacer directamente a la oficina del superintendente, por teléfono o a través de la página cibernética de la Policía de manera confidencial.
La Oficina de la Procuradora de las Mujeres –mediante un acuerdo– les da seguimiento a todas las querellas”, dijo Caldero.Si denuncio que tengo un hostigador, la persona es removida de inmediato mientras se realiza la investigación”, apuntó Díaz.