Maltrato de Animales (Ley 154)
“Ley para el Bienestar y la Protección de los Animales”, Ley Número 154 del 4 de agosto de 2008, según enmendada
Existen estudios científicos sobre la conexión que existe entre el maltrato hacia los animales y la violencia hacia las personas. El abuso hacia los animales puede indicar la existencia de un problema mucho más profundo. Los niños, jóvenes o personas que abusan de los animales pueden estar sufriendo situaciones de abuso y pueden llegar a convertirse en seres que menosprecien el respeto a la vida y a la dignidad humana. La violencia es violencia, no importa cuál es la víctima. Una persona que abusa de los animales pudiera no tener empatía hacia otros seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia los demás. Es preciso que se tomen medidas para evitar que se continúe con el maltrato de animales. Las penalidades buscan disuadir la conducta agresora que pueda repercutir en un problema mayor, que incluso puede involucrar a seres humanos. Hay que llevar el mensaje a los ciudadanos de que este tipo de conducta no será tolerada. Puerto Rico debe destacarse como una sociedad sensible y vanguardista, que respeta, protege y cuida de sus animales. Esta ley es necesaria no sólo para la protección de estos seres indefensos, sino para colaborar a desarrollar una sociedad puertorriqueña mentalmente saludable.
Sectores de la sociedad amantes de las mascotas:
- La familia: La mayoría de las familias tienen mascotas por la compañía, el afecto que proporcionan. En el ajetreado mundo de hoy, puede ser un alivio volver a casa y ver a su mascota que los ama incondicionalmente.
- Niños: El cuidado de una mascota en la familia es a menudo una de las primeras responsabilidades y/o tareas que un niño tiene. El alimentar a otro ser viviente, ayuda a que los niños aprendan a pensar en las necesidades de la mascota. Los sentimientos es una buena manera para que los niños aprendan el lo que significa tener solidaridad y ponerse en los zapatos de otra persona. Ser responsable de la alimentación y caminar un perro también puede dar a un niño un sentimiento de importancia y el valor de la familia, así como enseñarle ser responsable de atender las necesidades de otra criatura.
- Parejas: Una tendencia más evidente en el país, es ver como parejas optan no tener hijos reemplazando por mascotas dando la atención, cuido y amor a estas.
- Adulto Mayor: Las mascotas ayudan a disminuir el sentimiento de soledad. Su presencia constante hace que las personas se sientan más confiadas, seguras y protegidas. Su compañía también estimula el contacto físico y la comunicación. La gran mayoría de los dueños le hablan a su mascota. Usualmente, esta conversación resulta relajante, debido a una sencilla razón, los animales no juzgan a las personas.
- Comunidad LGBTQ+: Muchas parejas las cuales se les dificulta la adopción poseen mascotas las cuales las tratan como sus hijos ofreciéndoles el amor y el mejor cuidado posible.